LA OFICINA DEL FUTURO ES LA OFICINA SALUDABLE
Lo que debe tener una oficina actual para que se pueda considerar sana:
Distintas áreas específicas – mobiliario , restauración, descanso… - contribuyen a evocar la sensación de bienestar, entre ellas y muy especialmente la atmósfera dentro de áreas tranquilas como el “nido” o una sala “relajante” basada en la iluminación al servicio de la cromoterapia.
¿Qué es lo que realmente nos enferma? Se identifican seis áreas que podrían contribuir a un clima saludable o a uno deficiente en la oficina:
“espacio de oficina”, “mobiliario”, “nutrición”, “métodos de trabajo”, “colegas y tareas” y el “trabajo en sí mismo”
El espacio de oficina
Los aspectos esenciales para establecer un buen entorno de trabajo son la acústica del espacio, la calidad del aire, la iluminación y/o la iluminación natural, y el uso de plantas naturales.
La división inteligente del espacio también es esencial en los trabajos que requieren concentración o comunicación.
Se trata de fusionar hábilmente las ventajas de las oficinas individuales con los espacios abiertos, con el objetivo de crear en último término zonas individualizadas en lo que pueda percibirse como un espacio sin barreras.
Creando lugares de trabajo diferentes cualidades, como áreas de reuniones informales, celdas telefónicas protegidas acústicamente, salas de reuniones, zonas de lectura y cocina para los equipos, se posibilita a los empleados seleccionar el lugar de trabajo más adecuado para su tarea en desarrollo. Idealmente, incluso deberían cambiar su emplazamiento de trabajo varias veces al día, evitando los estragos del sedentarismo.
El mobiliario de oficina
Además de los muebles clásicos, las oficinas modernas están introduciendo modelos de asientos y de pie alternativos.
Este desarrollo apoya el concepto de zonificación, que se basa en la premisa de que el mobiliario de oficina debe ser los suficientemente variado.
Esta tendencia completa con la de colocar imágenes de espacios naturales en la decoración de las oficinas, a modo de puntos de “escape” para que la vista descanse y se recupere alternando la visión cercana con la distante.
Investigadores de la Universidad de Melbourne afirman haber demostrado que
basta con observar un entorno natural durante 40 segundos, para reactivar el cerebro nuevamente, y un número cada vez mayor de oficinas está apostando por aspectos de “caos ordenado” similar al natural de la jungla, lo que mejora la habitabilidad, aunque sea levemente, y crea un oasis óptico calmante para los ojos estresados por las pantallas digitales.
La dieta
Hay aquí un tercer factor importante que contribuye a un trabajo saludable. La transformación de la “cocina” instalada en la oficina, que siempre ha sido un lugar para socializar, puede ayudar a llevar una dieta equilibrada que ayuda a permanecer más tiempo en forma y alerta. Además de ser un espacio perfecto para comunicarse y para reuniones “ad hoc”.
Además, los dispensadores que ofrecen fruta, “snacks” saludables y agua deberían estar situados cerca de los puestos de trabajo, y no en lugares apartados.
Estos enclaves deben verse como puntos de encuentro temporales e informales, y son una parte del concepto de lugares inteligentes para trabajar.